La Superintendencia de las Instituciones del Sector Bancario (Sudeban) emitió las Normas Relativas para reestructurar créditos comerciales y productivos por seis meses en la banca nacional pública y privada en el contexto de la pandemia del coronavirus.

Se autorizó la reestructuración de las condiciones de pago de capital e intereses de los créditos comerciales y los correspondientes a la Cartera Única Productiva nacional liquidados total o parcialmente hasta el 13 de marzo pasado, hasta por un lapso de seis meses.

Señala también que los créditos distintos a la cartera comercial y la productiva dirigida por el gobierno

«No serán objeto de la reclasificación establecida mediante Resolución No 009/1197, hasta un plazo de treinta (30) días siguientes, contados a partir de la de la emisión de la presente Resolución»

Esta norma afecta la clasificación de riesgo de la cartera y el cálculo de las provisiones que deben realizar los bancos para cubrir cualquier contingencia, reseña el portal Banca y Negocios.

La norma busca proteger a los clientes comerciales y de sectores económicos considerados estratégicos en la actual coyuntura.

Los cuales resultan «afectados por razones de suspensión de sus actividades comerciales y no hayan registrado ingresos suficientes por concepto de la venta de bienes o prestación de servicios«.

Esto como resultado de la cuarentena nacional derivada del impacto de pandemia de coronavirus Covid-19 en el país.

De esta manera, el gobierno retrocedió de su posición inicial de conceder una moratoria plenaria de la cartera comercial de seis meses, asegura el portal.

Ya que «se decanta por un mecanismo concertado«, en el cual la banca y sus acreedores deben alcanzar condiciones favorables para no presionar los flujos de caja de los clientes del segmento corporativo.

Asimismo, las instituciones deberán otorgar una respuesta perentoria, «dentro de los quince (15) días continuos siguientes a la fecha de recepción de la solicitud, y de ser favorable proceder a la reestructuración«.

Estas directrices obedecen a la reducción de la actividad comercial, lo cual genera dificultades para «materializar el pago de las obligaciones contraídas«.

El organismo asegura que «continuará adaptando y actualizando las normas prudenciales necesarias para la regulación del ejercicio de las operaciones bancarias«.

Todo, con la finalidad de atender las particularidades de la pandemia mundial Covid-19 y sus posibles consecuencias sobre la economía nacional.

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