La victimización de turistas siempre es un asunto que suscita preocupación de las autoridades en cualquier localidad del mundo, en especial si ese lugar pretende surgir como un destino apetecible para visitantes extranjeros.

Recientemente, el departamento de estado estadounidense renovó su alerta para los viajeros de ese país que estén en Venezuela o que tengan planes de venir el país.

De acuerdo con este servicio los estadounidenses deberían desistir de cualquier plan para ir a Venezuela. Y los que estén aquí deberían buscar una salida lo antes posible.

Este mensaje, desde luego, tiende a ser reproducido y tomado como referencia por los servicios consulares de otros países, de manera se transforma en una “raya” muy difícil de quitar.

En años anteriores, hubo casos relevantes en los que grupos de turistas fueron asaltados mientras disfrutaban de playas en estados como Sucre, Falcón y Nueva Esparta. ¿Cómo será entonces la situación en el año en curso, con las urgencias impuestas por la pandemia del Covid-19?

De acuerdo con datos a los que se pudo acceder de forma extraoficial, durante los primeros nueve meses de este año fueron denunciados 6900 robos, es decir, acciones en las que a una o a varias personas se les exige mediante violencia o amenaza de violencia la entrega de sus pertenencias.

De este total, solo 190 víctimas eran de nacionalidades extranjeras. De hecho, según se pudo conocer, proceden de 17 países. Estas 190 personas equivalen a tan solo 2,75% del total general

La mayor sorpresa en esto tiene que ver con las nacionalidades más victimizadas por robo en el país. Los colombianos son los primeros, con 26 casos entre enero y septiembre. Esto es lógico si se toma en cuenta que se trata de la nación fronteriza con la que hay mayores nexos comerciales e incluso familiares.

Lo sorprendente es que en segundo lugar aparecen los cubanos, con 17 casos, y luego los chinos, con 13 casos.

Este dato por sí solo no nos permite sacar una conclusión definitiva, pero sí llama la atención puesto que esas nacionalidades no figuraban entre las más robadas apenas diez años antes.

Habría que hacer una revisión detallada de la casuística. Pero de antemano sirva para llamar la atención a estos visitantes, para que tengan el mayor de los cuidados al transitar por las vías publicas del país.