Tras la proyección del Fondo Monetario Internacional (FMI) de un estallido de la inflación hasta 1.000.000% para finales de 2018, los empresarios deben cuidar los costos de reposición de su mercancía, como medida urgente para manejar la escalada de precios que se avecina.

Así lo indicó el consultor en estrategia empresarial Héctor Benavente, quien ha analizado países que han sufrido hiperinflación y las ha comparado con la situación venezolana. “Una inflación de 1.000.000% anual es igual a una inflación mensual aproximada de 116%, viendo la dinámica actual del país, esta proyección podría quedarse corta. No todos los sectores tienen la misma inflación; alimentos o medicinas pueden estar por encima de esa proyección”, alertó.

Por otro lado, “la escasez de billetes y la pérdida de valor de la moneda se acentuarán complicando la operatividad de las empresas. No entender el clico económico puede llevar a una debacle de una empresa”.

Sobre la reciente medida de derogación de la Ley de Ilícitos Cambiarios, indicó que el éxito de esta medida va a depender “del alcance efectivo de la misma y de los mecanismos que ponga en marcha el gobierno”.

Si se opta por la vía que el dólar fluctúe según el mercado podríamos tener una situación parecida a la que se tenía con el SITME, esto permitiría: acceso más fácil a las divisas, posibilidad de reflejar los costos en divisas, facilidad para conocer la estructura de costos de la empresa y una simplificación en los procesos por lo que puede mejorar el abastecimiente.

Si, en cambio, las medidas se van tomando escalonadas y con lentitud podríamos ver una disminución en la aceleración de la inflación más no el fin de la hiperinflación como tal. Podríamos decir que el deterioro avanzaría más lento pero seguiría avanzando.

Agregó que es esencial que el dueño de un negocio sepa cuánto le cuestan sus productos o servicios para no vender a perdida. También hay que estar alerta con respecto a los patrones de consumo. “Vamos a entrar en un etapa mucho más fuerte, con una crisis más acentuada, donde la población, en especial la clase media, perderá mucho más poder adquisitivo”.

Una clave para la sobrevivencia de la empresa es tener una estructura de costos que refleje la realidad, aquí el costo de reposición es el factor clave junto con una política de precios que permita la viabilidad del negocio, es mejor vender poco y ganar que vender mucho y perder.

Las personas están comprando lo que pueden en el momento en el que reciben dinero, sin embargo no siempre se consiguen los productos, pues los de más difícil acceso tienden a desaparecer porque el precio es inalcanzable.

País dolarizado

En Zimbabue la moneda local perdió todo su valor. La población empezó a usar el dólar, lo que generó una demanda importante de esta moneda que llevó al alza de su precio y por ende el valor de la inflación, convirtiéndose en un círculo vicioso. “Algunas de las medidas que ésta tomando el gobierno actualmente podría ir en la dirección de evitar este fenómeno”, indicó.

 Al ser consultado sobre la medida de eliminar los cinco ceros a la moneda, indicó que “una medida de este tipo, por sí sola, no resolverá nada los problemas de fondo aunque ayudará a mejorar la operativa de las empresas”.

Los empresarios deben entender el ciclo de inflación que estamos atravesando, para adaptarse y tomar las medidas. “Prepararse, creando escenarios y planificando, ayuda a disminuir la incertidumbre. Dirigir un negocio bajo un ambiente tan inestable e inseguro es una tarea muy complicada donde los errores y falta de eficiencia son muy penalizados”.

“Esta es una dinámica muy cambiante, hay que decidir muy rápidamente porque si no te adaptas y tomas las medidas necesarias la empresa se puede descapitalizar muy rápidamente, este es el principal problema de las empresas en la actualidad”.

Agregó que también hay que entender al consumidor y el segmento donde se mueve. “No es lo mismo el que recibe remesas o ingreso en moneda dura al que no. Debemos entender ¿Cuándo compra? ¿Qué está comprando? ¿Qué precio está dispuesto a pagar?  Y por supuesto también debemos evaluar a la competencia.

Créditos: El Nacional

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