Pablo Hernández, miembro del Observatorio Venezolano de la Salud y nutricionista, aseguró que Venezuela se encuentra en un estado de “inseguridad alimentaria, ya que no se come las mismas cantidades de antes al igual que la calidad de alimentos no son los mismos», explicó.
Es así que a propósito de la nueva cifra publicada por el Cenda, de que se necesitan 2 millones y medio de bolívares para cubrir la canasta básica, avizoró que el panorama no es favorable ya que continúa la mala alimentación, en el que añade que «no es tanto por la escasez, sino por la pérdida del poder adquisitivo que «se nota», porque los alimentos que se consiguen no se pueden adquirir y más del 80% de los venezolanos estamos en pobreza”.
De esta forma, Hernández indicó que los niños son los más afectados por la falta de nutrientes en su crecimiento, “colocando al cuerpo en un estado de reposo porque no se permite gastar calorías, lo que hace que sea una de las generaciones más afectadas”, enfatizó.
Detalló que la desnutrición ha aumentado en un 30% en los niños menores de dos años con grado de desnutrición, y puede llegar a ser más grave aún en niños menores de 5 años, que en casos graves sería un 15%”, amplió.
Mencionó además que el grupo de las proteínas ha sido el más afectado desde el 2015, “vemos en la actualidad una pérdida de peso, precisamente por la degradación de los músculos y también porque los huesos no pesan como antes por la falta de acceso al calcio lo que ha ocasionado el deterioro en el estado nutricional del venezolano”.
Y precisamente lamentó que no haya leche, y que la que llega a través del programa alimentario del gobierno (Clap) se ha demostrado por estudios, que son de mala calidad además de que no incluye frutas, y “esos grupos son necesarios para el desarrollo y crecimiento”, apuntó.
Finalmente, recomendó que lo máximo que puede hacer el individuo en medio de esta situación “es buscar opciones económicas, de repente con proteínas vegetales como granos, y buscar hortalizas de la temporada para brindar nutrientes”.
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