El ingeniero y miembro de Grupo Orinoco y ex gerente de PDVSA, Francisco Javier Larrañaga, estuvo de ponente en el foro “Recuperación del Sector Hidrocarburos en la Venezuela Postpetrolera”, realizado en las instalaciones del Instituto de Estudios Superiores de Administración (IESA), el pasado martes 27 de noviembre. Compartió escenario con el también economista y coordinador del Centro Internacional de Energía y Ambiente del IESA, Ramón Key.

Ambos estuvieron en el programa Petroguía, conversando sobre las áreas abordadas en el foro y sobre las perspectivas que, a futuro, se proyectan en función de la superación del modelo petrolero tradicional dentro de la economía venezolana.

De acuerdo con  Larrañaga, las medidas de emergencia no son necesarias en este momento, sino medidas puntuales y rápidas de aplicar. Dichas medidas, se pueden dar tan pronto se produzca un cambio en la gestión de la industria petrolera. “Es empezar por aquellas cosas que son urgentes y fáciles de implementar. Empezando por la reactivación de la producción”, puntualizó Larrañaga.

Actualmente, en el país se encuentran más de 7.000 pozos cerrados y la mayoría de esos pozos están cerrados por daños menores. “A alguno le falta un cable, una bomba, una conexión. Esos pozos se suelen llamar, los pozos de categoría dos que son de categoría rápida, es por donde habría que empezar”, indicó el ingeniero Francisco.

Durante el 2006 estaba el efecto acumulado que las empresas que ya no estaban presentes. En ese momento, se empieza a diseñar la recuperación. En dicha fase, surgieron grandes inversiones y se cambiaron las comisiones regulatorias de lo que en su momento fueron los convenios operativos.

El economista Key, explicó que “la flexibilidad operativa que se prometió por parte de todos los involucrados, en cuanto a que se les otorgaría a las empresas mixtas, no se materializaron”, aclaró.

Estadísticamente, cuando se refiere a la productividad del petróleo, se estipula que hay caídas que superar el 50% de productividad. «En el país se producen 800 barriles las empresas mixtas y 400 mil barriles PDVSA», informó Larrañaga.

Ambos coincidieron en que para rescatar la industria petrolera nacional, se debe contar con recursos financieros, humanos y de tecnología. Además, de ser indispensable la participación del sector privado de bienes y servicios que sean nacionales para aumentar la producción y modificar cómo se está trabajando en la industria petrolera.

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