La economía de Nicaragua se ha visto afectada por las protestas que han dejado centros turísticos desolados, centros comerciales, hoteles y restaurantes cerrados.

Sin embargo el presidente del país centroamericano, Daniel Ortega, afirma que la “normalidad” esta volviendo al país después de que una ofensiva con fuerzas combinadas de policías y paramilitares en julio eliminó los tranques (bloqueos de calles y rutas) en ciudades tomadas por manifestantes.

Al margen de los cuestionamientos políticos y presión internacional, Ortega intenta ocuparse de la economía que, según su gobierno, crecerá este año 1%, lejos de la previsión inicial de 4,9%.

La prioridad del gobierno es recuperar los sitios turísticos dañados durante las protestas y lanzar una campaña nacional e internacional para atraer visitantes, según Anasha Campbell, directora del Instituto Nicaragüense de Turismo.

“Hay un esfuerzo de los propios ciudadanos para ver cómo retornar a la normalidad. El golpe ha sido duro y las pérdidas enormes. Llevará tiempo la recuperación, pero con ese espíritu de los nicaragüenses estamos seguros de que avanzaremos con celeridad”, dijo Ortega en un acto de aniversario de la Fuerza Aérea.

Ortega, de 72 años que gobernó durante la Revolución Sandinista desde 1979 a 1990, retornó al gobierno en 2007 y está en su tercer mandato consecutivo junto a su esposa y vicepresidenta Rosario Murillo.

Desde el 18 de abril, cuando comenzaron las protestas, donde al menos 317 muertos, 2.000 heridos, unos 120 detenidos y una cifra no determinada de perseguidos y desaparecidos, según organismos de derechos humanos.

 

Créditos: El Diario de Guayana

 

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