Los cambios que ha experimentado el mundo debido a la pandemia del Covid-19, están siendo aprovechados por el crimen organizado.

Un reporte de la red de aplicación de delitos financieros de EEUU, o Fincen, sobre las nuevas oportunidades que se abren para delincuentes y piratas informáticos en esta coyuntura.

Este alerta fue secundado por un extenso reporte de la policía europea, mejor conocida como Europol.

Se dividen en cuatro áreas: cybercrimen, fraudes, piratería de marcas o bienes defectuosos, y delitos contra la propiedad en cuanto al crimen informático.

Europol refiere que durante esta crisis el Hospital Universitario de Brno, en la República Checha, tuvo que cerrar todos sus sistemas informáticos luego de recibir un ataque a sus sistemas, incluso tuvo que referir pacientes a otros centros de salud mientras se recuperaba de los daños infligidos la segunda área de acción de los criminales es el fraude, cuyo riesgo se multiplica debido a la ansiedad y el clima general de emergencia.

Según el documento, una compañía europea transfirió 6,6 millones de euros a una empresa con sede en singapur, con el propósito de adquirir gel desinfectante y mascarilllas. Estos bienes nunca fueron entregados

De acuerdo con el informe de europol, otro riesgo muy elevado en esta circunstancia es la adquisición de bienes piratas o que no llenan los estándares de calidad requeridos. Sobre este punto, el organismo europeo recordó los resultados de la operación pangea, que permitió la incautación de 34000 mascarillas quirúrgicas falsificadas.

Este modus operandi ha sido reportado ya en varios países de la unión europea, y posiblemente puede ser trasladado a las latitudes latinoamericanas, donde los estándares de uniforme y credenciales muchas veces no son tan rigurosos.