Junior Martínez, presidente de Fedecámaras Guárico, manifestó que debido a los altos costos que impone el Estado a los comerciantes, la actividad ha disminuido, así como la producción y las ganancias.

Explicó que los comerciantes ahora venden productos de la cesta básica para compensar el pago de los impuestos y así no paralizar sus actividades comerciales.

Asimismo, informó que  ha denunciado en reiteradas oportunidades ante el Tribunal Supremo de Justicia, las ordenanzas que han recibido para el pago de los altos impuestos que les corresponde pagar.

Servicios en el estado Guárico

La regulación del suministro de gasolina en el país ha traído serias consecuencias para el Estado Guárico, según Martínez se necesitan 80 litros de gasolina y hay dueños de fincas que requieren entre 100 y 120 litros de gasolina para trasladarse desde su hogares hasta su medio de producción ida y vuelta. 

“El daño ha sido inmenso porque se ha perdido la producción de queso, leche, carne (…) Precisamente, por la falta de combustible y, esto ha agravado la situación que ya teníamos en la región”

Por otra parte, las maquinarias que se utilizan en los medios de producción, como la planta de electricidad, tractores y vehículos, no cuentan con gasolina y hacen uso del diésel, que también es escaso en el estado.

Además, afirmó que en la capital San Juan de Los Morros y ciudades como Calabozo y Valle de La Pascua, los servicios se encuentran colapsados.

Aclaró que «hay derrames de agua sucia en la calles, falta de gas en los hogares y el servicio de electricidad tiene muchas fallas».

Producción de cosecha

El gremialista indicó en entrevista concedida al programa Informe Fedecámaras conducido por Richard Fortunato, que los productores agropecuarios recibieron semillas por parte del Estado para sembrar maíz y las mismas generaron pérdida a los productores -entre otras cosas- por falta de insumos como insecticidas y el mal clima que ha tenido la región.

Aunque, la realidad cambió, ya que, en años anteriores había productores que sembraban hasta 1.000 ha, y ahora tan sólo pueden sembrar en 200, por los altos costos que involucra producir cosechas en el país. 

“Muchos dejaron de sembrar o de trabajar la tierra, producto de que mantener la producción agropecuaria es muy costoso”,

concluyó Martínez. 

 

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