El pasado marte 3 de septiembre el Consejo de Estado de Colombia, que es uno de los máximos tribunales que vela por los derechos públicos y administrativos de la Nación, “tomó una no decisión, durante una discusión que no fue estable por diferentes votos, para tomar una medida cautelar ante la reglamentación de la licencia para el uso del ‘Fracking’ en el país”, manifestó el profesor del Departamento de Derecho Minero y Energético de la Universidad del Externado de Colombia, Juan Felipe Neira.

Asimismo, explicó que ante dicha medida, el país vecino se encuentra en un “limbo”, con la esperanza de tener nuevos proyectos de fallo, que haga que el consejo tome una decisión definitiva. “Hasta ahora la medida cautelar impide que se haga  ‘Fracking’ o la fractura hidráulica en cualquier yacimiento no convencionales, trayendo como consecuencia que entremos en aprietos y deudas, mientras que esa tecnología nos puede ayudar a aumentar las reservas de petróleo y de gas en Colombia”.

Neira, aclaró que ante la medida arrojada por el Consejo, el Estado Nacional solicitó que se revisara dicha decisión, ya que no se dirige solo al Fracking sino a los “mantos asociados y al gas asociados de Colombia”.

“Actualmente no hay un término en la ley que indique hasta cuándo estará prohíbida dicha medida o nuevos proyectos, sino que depende ya del estado, pero lo que sí es claro es que la falta de decisión afecta directamente la inversión y la confianza de las empresas, que quieran tener actividades de hidrocarburos o de yacimientos no convencionales”, explicó.

Del mismo modo, el experto recalcó que aquellas compañías que ya tienen contratos subscritos para desarrollar el Fracking, pudieran llegar a tomar la decisión de no continuar en el país. Además, opinó que “una tecnología no debería ser un objeto de ley, ya que es un tema técnico más no político. La misma hoy en día trae retos regulatorios en todo”.

Por último, en el programa Portales con el equipo de Petroguia, el profesor afirmó que las opciones no son muchas, «tendríamos que  importar gas, lo que traería problemas porque incrementaría los costos dos o tres veces más, generando un sobre costo importante, para la economía y todos los colombianos», agregó.

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